¡Valóralo! 😊
Hablamos de cultura, de frases hechas, acentos, tonos y todo esto está relacionado también con su vida empresarial, lo que es más importante: la traducción es algo más que simplemente cambiar de idioma.
Los errores e intentos de verter el contenido redactado en el idioma original en otro no son precisamente desconocidos para quienes trabajamos de forma constante con traducciones. Se necesita mucho trabajo para subir contenido a Google y utilizar el SEO para optimizar el posicionamiento de las palabras clave. Para que funcione la optimización de las palabras clave y del contenido es necesario buscar de forma constante las actualizaciones de Google.
Es eso es en lo que hay que centrarse. Llegados a este punto surge la pregunta de si la traducción es lo mismo que la duplicidad. La falta de creatividad es un problema para Google; el contenido duplicado recibe una fuerte penalización. Así que, si se cuenta con el mismo contenido en chino y en inglés o en cualquier otro par de idiomas, ¿supone una duplicidad de contenidos? ¿Google lo considera como duplicidad?
La respuesta a esa pregunta es no. Buena parte del contenido se transforma y se retoca cuando se traduce de un idioma a otro, aunque se mantenga la originalidad del contenido. Se obtiene una versión única, no duplicada, del contenido una vez que se modifica el texto con las nuevas interpretaciones.
Y esto no es todo. Siempre es mejor que el texto lo traduzca alguien que tenga fluidez en el idioma, pero la traducción automática es eficaz si se pone el foco en el ahorro de tiempo Por ende, es muy beneficioso contratar a un traductor profesional para estar tareas. La traducción de textos con una gramática y tono adecuados no siempre se obtienen con programas de traducción de textos gratuitos ni en páginas web con servicios de traducción gratuitos, lo que da como resultado contenidos redactados de forma extraña.
Un diccionario es todo lo que se necesita para hacer una traducción literal. La palabra que aparezca primero en el diccionario es la que se utiliza (incluso si la traducción no tiene sentido). Las referencias culturales y las expresiones no se reflejan con estos programas.
Para ser una máquina de traducción automática Google Translate lo hace lo mejor que puede y Google hace grandes inversiones en sus mejoras. A pesar de eso ¡Google no quiere que nadie dependa de su software de traducción!
Sinceramente, Google Translate no es perfecto ni mucho menos, es útil para consultas puntuales, pero está muy lejos de ser la herramienta ideal para ninguna traducción. No es aconsejable utilizarlo como herramienta de referencia para abordar proyectos largos ni datos confidenciales, a pesar de que este servicio sea gratuito.
Es mejor no depender de esta herramienta por razones como las siguientes:
Si los contenidos se crean utilizando páginas generadas automáticamente no añaden valor alguno a los textos y es inútil esperar que Google clasifique el contenido.
Google quiere añadir textos ricos en sus listas orgánicas, por lo que la mejor práctica es realizar las traducciones con la ayuda de traductores humanos para que las traducciones resulten eficaces y de calidad. Utilizar palabras clave objetivo en el idioma de acogida es complicado, pero no imposible.
Antes de publicar nada en internet es mejor que un traductor revise los contenidos; con ello no solo se ahorrará dinero, si no una buena cantidad de tiempo. El alcance de las palabra clave cambian en cada idioma, por lo que también tendrá que centrarse en la investigación extra de cada palabra clave.
Es mejor tener diseñada una estrategia de contenido de antemano porque las palabras clave alargadas son más complejas y su SEO requiere mucha más atención.
Otra cuestión que puede suscitar alguna limitación es si se penalizan los contenidos duplicados. Google evita utilizar la palabra «penalizaciones». Google bajará de categoría a su página web y quedará muy abajo dentro de la clasificación si toda su página se basa en contenido publicado en otras webs y no cuenta con contenido orgánico.
Hay veces que las empresas canibalizan sus propios productos y páginas web sin darse cuenta; por ejemplo, puede que una estrategia diseñada para vender los mismos productos en varias páginas web no sea un enfoque eficaz a largo plazo. Utilice los filtros de los buscadores para encontrar contenido duplicado en otras páginas web para evitar situaciones parecidas. Un error puede acabar en una penalización de Google, en un descenso en la clasificación de las páginas relevantes y el contenido nuevo tardará más en estar entre los nombres de dominio que generan un tráfico importante en el motor de búsqueda.
Desde 1997 Google ha estado separando las páginas originales de las duplicadas; esta separación se llevó a cabo tan rápido que «duplicidad de contenidos» se convirtió en una palabra de moda en el 2005.
Cómo evitar la duplicidad de contenidos
El asunto se complicará cuanto más expectativas existan sobre la traducción. Es difícil mantener la originalidad del contenido del texto original en la traducción, pero no es imposible. Google no es el único motor de búsqueda, hay que recordar. China, Rusia y Corea han creado su propia versión localizada para cubrir las necesidades de su mercado y sus empresas. También tendrá que informarse sobre sus políticas porque pueden ser distintas de las adoptadas por Google.
Google trata bien los contenidos y los utiliza al máximo, pero con el tiempo será necesario que actualice su política de traducción para mantener la originalidad del contenido sin importar en qué idioma esté redactado y que siga siendo único.
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