¿Debería ofrecer servicios de globalización además de los de localización?

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Trabajar en el sector de la traducción ofrece muchas oportunidades de aprendizaje permanente: es una de las muchas cosas emocionantes de la vida como traductor autónomo. Sean cuales sean sus intereses puede perseguirlos, ya sea emprendiendo la traducción científica, la traducción de márquetin, la traducción financiera o cualquier otra forma de traducción.

Habilidades de traducción e ingresos

El aprendizaje de habilidades especializadas no solo aporta la alegría del logro personal, sino también un posible beneficio económico. Los traductores que cuenten con conocimientos jurídicos o médicos y con cualificaciones que demuestren su experiencia, por ejemplo, pueden cobrar una prima por sus servicios especializados.

Del mismo modo, los traductores que también ofrecen servicios de localización suelen poder cobrar tarifas más altas. Con el paso de los años, esto ha llevado a muchos traductores a ofrecer la localización como parte de su trabajo. No obstante, desde hace poco, se ha producido un cambio hacia la globalización, lo que ha hecho que algunos clientes se aparten de la localización. En este contexto analizamos si los traductores autónomos deberían ofrecer ahora tanto servicios de globalización como de localización para maximizar sus ingresos y atraer a una base de clientes más amplia.

Localización frente a globalización 

La localización y la globalización son, en algunos aspectos, completamente opuestas. La localización de un texto significa darle forma para que se adapte a las necesidades de un público concreto. Este proceso puede incluir modificar las secciones del texto, sustituir imágenes, modificar esquemas de color, ajustar logotipos e incluso reescribir el texto entero en algunas circunstancias. Se trabaja teniendo en cuenta las expectativas culturales, políticas y religiosas de la audiencia a la que se dirige.
La globalización, en cambio, rehúye dar forma al texto para que se adapte a un público concreto. En su lugar, el proceso busca garantizar que el documento tenga un atractivo generalizado, que un público global lo lea sin causar ofensa ni generar bromas involuntarias.

En la práctica, la tarea de traducción en cuestión dictará si es mejor localizar o globalizar el archivo en el que está trabajando. Una campaña de marketing diseñada con un país o un público concreto en mente, por ejemplo, se beneficiará de la localización. Una aplicación desarrollada con la intención de venderla en todo el mundo, por su parte, necesitará la globalización para asegurarse de que tiene el máximo atractivo para una amplia gama de audiencias.

Curiosamente, no todos los clientes de traducción son conscientes de estas sutilezas, por lo que es importante analizar con ellos las opciones de localización y globalización al principio de cada trabajo para garantizar que cada cual reciba la traducción más adecuada a sus necesidades.

Consideraciones sobre la internacionalización

Gran parte del trabajo que conlleva la internacionalización tiene lugar entre bastidores. Una empresa que quiera tener un sitio web internacionalizado, por ejemplo, tendrá que considerar cuidadosamente los elementos de SEO del sitio, trabajando en colaboración con su traductor en las meta-descripciones, las etiquetas de las imágenes y cosas por el estilo para asegurar que el sitio funciona en el escenario internacional, especialmente en términos de rendimiento en los motores de búsqueda.

La internacionalización es un tema amplio que requiere prestar una atención experta a los detalles para que funcione bien. Precisamente eso es lo que hace que sea un servicio tan valioso y que los traductores con aptitudes para ello puedan fijar sus tarifas en consecuencia.

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