Traducciones Juradas: lo que necesitas saber para garantizar la legalidad de tus documentos
- ✍ Blog
- Paula Lara
- 22/02/2023
Los textos jurídicos presentan un doble reto para los profesionales de la traducción. El proceso de traducción les permite utilizar sus conocimientos lingüísticos en un contexto concreto con una terminología específica y desempeñar un papel vital en la aplicación jurídica de un documento oficial. Este trabajo requiere una pericia técnica impecable, combinada con un profundo conocimiento del sistema jurídico en el que se utilizará el texto. Los profesionales de la traducción que prestan servicios de traducción jurada, notariada o certificada ofrecen a sus clientes una garantía de calidad y valor jurídico.
¿CUÁNDO ES NECESARIA UNA TRADUCCIÓN JURADA?
En el mundo jurídico, las traducciones «juradas», «certificadas» o «notariadas» son necesarias en los casos en los que hay que traducir un documento legal para presentarlo ante una autoridad del país de residencia del cliente o de otro país. Normalmente, estas traducciones son los únicos formatos que los ayuntamientos o los tribunales aceptan para los expedientes jurídicos. Algunos ejemplos son los documentos relativos a:
- El estado civil, como los certificados de nacimiento, los de matrimonio o defunción y el libro de familia.
- La educación, como los títulos, diplomas, el certificado de notas, el expediente académico.
- Las sentencias judiciales, como los divorcios, adopciones y separaciones.
- Las operaciones comerciales y tributarias, como la certificación del Registro Mercantil, de cuentas anuales, de balance de cuentas, de certificación tributaria.
- Y los referentes a aspectos como la fe de vida, el certificado de empadronamiento, los antecedentes penales, el permiso de conducir, etc.
PRINCIPALES ASPECTOS PRESENTES EN UNA TRADUCCIÓN JURADA
La traducción jurada de un documento contiene varios elementos obligatorios:
- Debe incluir una declaración de que se trata de una «copia certificada y fiel del original», junto con el sello y la firma del traductor jurado. El traductor debe indicar claramente su nombre completo, la designación «traductor jurado» (o certificado) y las lenguas para las que su traducción es jurada.
- Si es necesario, la firma del traductor en una traducción puede ser certificada por el alcalde en su ayuntamiento. El documento debe aclarar que se trata de una traducción y especificar la lengua en la que se redactó inicialmente el texto. El formato debe ser lo más parecido posible al del documento original. Debe identificarse la paginación e indicarse el final del documento. Estas precauciones ayudan a proteger el contenido del documento evitando modificaciones fraudulentas.
VALOR JURÍDICO DE LAS TRADUCCIONES JURADAS
Es importante tener en cuenta que una traducción jurada puede tener un valor jurídico diferente en todos los países. Una traducción aceptada en un país puede no ser válida en otro.
Por ejemplo, en algunos países, como Francia, los tribunales deben reconocer a los traductores jurados. En otros países, como Estados Unidos o el Reino Unido, no existe la figura del traductor «jurado», pero las traducciones pueden certificarse ante notario.
En el Reino Unido, las traducciones pueden recibir una apostilla emitida por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth inglesa (FCO). Una apostilla verifica la autenticidad de la firma y garantiza que el documento sea reconocido en los estados firmantes del Convenio de La Haya de 1961.
Como puedes ver, las normas y los requisitos difieren considerablemente de un país a otro. Por ello, es recomendable contactar con las autoridades jurídicas del país en cuestión para evitar posibles trámites innecesarios antes de solicitar una traducción jurada.
La validez legal de un documento dependerá de los acuerdos entre el país de origen (el país de emisión del documento oficial) y el país de destino (el país donde se requiere el documento traducido). Una traducción jurada sigue un proceso único; en consecuencia, los plazos de entrega pueden ser más largos que los de una traducción corriente.
¿CUÁLES SON LOS PLAZOS DE TIEMPO QUE CONLLEVAN LAS TRADUCCIONES JURADAS?
Por lo general, el país de destino estipulará que las traducciones juradas de un documento oficial deben realizarse a partir del documento original y no de una copia. Este requisito debe tenerse en cuenta en el plazo de entrega de la traducción. Los clientes pueden mostrarse renuentes a suministrar registros oficiales originales debido al tiempo extra que ello implica o a la preocupación por posibles pérdidas o robos.
Sin embargo, un traductor jurado puede negarse a trabajar a partir de un documento electrónico o una fotocopia. El traductor tiene derecho a exigir el acceso directo al documento original para trabajar con tranquilidad, lo cual es una petición razonable y demuestra la integridad del traductor jurado y su adhesión a las normas vinculadas a esta condición, ya que el traductor no tiene ninguna garantía de que las copias recibidas sean idénticas a la copia impresa del documento que se le entregó cuando se reunió y certificó el expediente.
Si existe alguna discrepancia entre la composición y el original, el traductor considerará que el documento no es válido y no podrá aplicar su sello. Por regla general, el plazo de traducción presupuestado comienza cuando el traductor recibe la copia impresa original del documento que debe procesar.
La versión final del documento original debe entregarse al traductor al inicio del proceso de traducción. Una vez completado el paso de la certificación, el traductor no puede seguir modificando el documento.
En caso de haber modificaciones de última hora, todo el proceso de certificación tendrá que volver a empezar desde el principio (imprimir la nueva traducción, aplicar sellos y firmas en todas las páginas de la traducción y del original, y devolverla por correo).
Teniendo en cuenta la naturaleza meticulosa de este procedimiento, incluso una pequeña modificación puede repercutir significativamente en los costes y plazos de una traducción jurada.
Lo mejor es proporcionar un documento original y completo desde el principio del proceso para asegurarse de que todos los implicados entienden claramente los plazos y tiempos de traducción.
¿Tienen fecha de caducidad las traducciones juradas?
La entrega de la traducción jurada marca el final del trabajo del traductor, pero no es necesariamente el final del procedimiento.
Como ya se ha mencionado, en algunos casos puede ser necesario certificar la firma del traductor jurado tanto en la traducción como en el documento original. Dependiendo del país, este procedimiento de certificación debe realizarse en un ayuntamiento, una notaría o, en su caso, en la Cámara de Comercio local.
Para ahorrar tiempo durante el proceso de certificación, es conveniente ponerse en contacto con las autoridades locales para verificar la conformidad de los documentos y el expediente proporcionados.
Una vez realizada y entregada una traducción jurada, esta adquiere el estado de documento oficial del mismo modo que el documento en la lengua de origen.
En consecuencia, solo el documento original certificado puede presentarse ante las autoridades jurídicas y administrativas. Las copias no tienen valor legal.
No existe una fecha límite legal para la validez de los documentos tramitados por traductores jurados. No obstante, puede aplicarse una excepción a determinados documentos relativos al estado civil.
Seguridad: una prioridad absoluta
Los traductores jurados están sujetos a las mismas normas de confidencialidad que todos los profesionales del sector. Conservan los archivos de trabajo solo unos meses después de recibir una traducción jurada, tras lo cual deben destruirlos.
EL TRADUCTOR JURADO: FIGURA CLAVE EN TODO EL PROCESO
El traductor que realiza una traducción jurada, certificada o notariada desempeña una doble función. Además de actuar como proveedor de servicios de traducción, también participa en la certificación oficial del documento final. El traductor, por tanto, contribuye directamente al valor jurídico del texto que ha traducido. Para ser certificada como «jurada», una traducción debe haber sido realizada por un especialista en traducción que haya prestado juramento oficial ante un tribunal.
Una vez finalizado el trabajo de traducción, el traductor estampa su sello en el documento, dándole valor legal ante los tribunales y las autoridades.
Encontrar la agencia adecuada
Según ha quedado de manifiesto, las traducciones juradas requieren los conocimientos específicos de un profesional que conozca a fondo el sistema jurídico. Debido a la naturaleza compleja de este trabajo, es vital trabajar con una agencia de servicios lingüísticos que domine los entresijos del proceso de traducción jurada y pueda ponerte en contacto con un traductor adecuado.
En Traducciones Domínguez somos especialistas en traducción jurada. Si deseas obtener más información sobre nuestros servicios o directamente necesitas traducir documentos oficiales, te invitamos a que nos visites en www.traduccionesdominguez.com o te pongas en contacto con nosotros a través del correo electrónico info@traduccionesdominguez.es. También estaremos encantados de atenderte si nos llamas o envías un WhatsApp al 655301305.